La caricatura y el cómic político han acompañado históricamente los procesos de transformación social como lenguajes capaces de condensar conflicto, ironía y análisis crítico en un solo golpe visual. En el marco del proyecto COIL UNAM–UTEM, estos lenguajes se reactivan como herramientas pedagógicas que permiten a estudiantes de pregrado leer, interpretar y cuestionar el devenir político desde una perspectiva histórica y contemporánea. Lejos de ser meros recursos gráficos, la caricatura y la historieta política operan aquí como dispositivos de alfabetización visual y ciudadana.

El entorno COIL posibilita que esta práctica se despliegue en un contexto intercultural, donde estudiantes de México y Chile dialogan sobre realidades políticas distintas pero atravesadas por problemáticas comunes. La colaboración internacional amplía el campo de lectura y obliga a negociar sentidos, símbolos y referentes históricos. En este cruce, el cómic político se convierte en un espacio compartido de interpretación, donde el humor, la sátira y la crítica funcionan como lenguajes transversales capaces de superar fronteras geográficas e ideológicas.

La producción artística desarrollada en el proyecto se inscribe en una lógica contranarrativa. A través de la interdisciplina —que integra diseño, comunicación visual, periodismo gráfico, historia y teoría crítica— los estudiantes construyen relatos alternativos que tensionan los discursos oficiales y mediáticos. Estas piezas no buscan imponer verdades, sino abrir preguntas, evidenciar contradicciones y recuperar memorias gráficas que han sido marginadas o simplificadas. La contranarrativa emerge así como una práctica consciente, informada y éticamente situada.
En este contexto, la figura del profesional situado adquiere centralidad como objetivo formativo. El estudiante aprende a posicionarse frente a su entorno político y social, identificando problemas informativos, sesgos discursivos y vacíos de representación. Desde allí, la caricatura y el cómic político se transforman en herramientas de intervención: no ilustran la realidad, sino que la interpretan críticamente para hacerla comprensible a públicos amplios. El diseño deja de ser ornamental y se afirma como una práctica de mediación y responsabilidad social.

La convergencia entre caricatura y cómic político, producción contranarrativa interdisciplinar y metodología COIL configura una triada pedagógica de alto valor formativo. El medio gráfico aporta síntesis y potencia comunicacional; la interdisciplina entrega rigor analítico y contextual; y el COIL ofrece un marco de cooperación internacional que complejiza la mirada y fortalece el diálogo. Juntos, estos elementos permiten que el aprendizaje se materialice en productos concretos —fanzines, portafolios, piezas editoriales— que circulan más allá del aula.
En síntesis, este proyecto demuestra que la educación en comunicación visual puede articular creación artística, conciencia histórica y compromiso ciudadano. La triada analizada no solo forma estudiantes técnicamente competentes, sino profesionales capaces de leer procesos políticos evolutivos, intervenir críticamente en el espacio público y contribuir a una cultura visual más informada y reflexiva. En tiempos de sobreinformación y polarización, el cómic político reaparece así como una herramienta vigente para pensar, dialogar y construir ciudadanía desde la imagen.




